Devocional Semanal 5-9-22 / Regeneración Espiritual y Santificación
La Regeneración Espiritual se define como la toma de vida desde el estado de estar muerto hacia Dios. Dios le confió a Adán que el día de su desobediencia moriría en su naturaleza espiritual hacia Dios (Génesis 2:16-17). Jesús le dijo a Nicodemo que para que una persona vea o entre en el reino de Dios debe nacer de nuevo, es decir, nacer de lo alto (Juan 3:3,5). El apóstol Pablo recordando a los creyentes de Éfeso su forma de vida antes del renacimiento espiritual escribió:“2:1 Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, 2 en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, 3 entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás. 4 Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, 5 aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), ” (Efesios 2:1-5).
La santificación es el comienzo del crecimiento espiritual en el momento de la regeneración y continuará a lo largo de nuestras vidas. La regeneración y la santificación son la obra del Espíritu Santo realizada en nosotros. Ninguno de los dos es iniciado por nosotros. El apóstol Pablo afirma esta verdad en su carta a los cristianos romanos de su época,“28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. 29 Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. 30 Y a los que predestinó, a estos también llamó; y a los que llamó, a estos también justificó; y a los que justificó, a estos también glorificó.” Romanos 8:28-30). Notamos que esta obra fue de Dios. Llamó, justificó y glorificó a las personas predestinadas. Qué maravilla y porque la palabra de Dios fue/ está trascendiendo esas mismas palabras son aplicables a nosotros.
La vida Regenerada será evidenciada por la santificación. Desde el momento en que cualquier persona se regenera, él (o ella) está siendo cambiado en su relación con su Creador, sus procesos de pensamiento y su conducta de vida. La santificación es el resultado de la regeneración. Si la regeneración ha ocurrido en la vida de uno, seguirá cierta cantidad de santificación. Dios el Espíritu Santo no puede fallar en ninguna de las comisiones. A aquellos a quienes Él es enviado Él los regenerará, y a los que Él regenere Los santificará, es decir, Él traerá conformidad a la imagen de Dios el Hijo.
La regeneración es instantánea, pero la santificación está en curso. Es una continuación de la obra del Espíritu Santo que comenzó cuando Él regeneró a la persona predestinada. Esto debería hacer que cada persona considere: ¿Realmente he sido regenerado? ¿He sido hecho espiritualmente vivo? ¿Hay evidencia en mi vida de que mi consideración de Dios es diferente? ¿Son diferentes mis procesos de pensamiento? ¿Es mi conducta de vida diferente de mi conducta del año pasado, el mes pasado, la semana pasada o ayer? Si la regeneración realmente ha ocurrido en mi vida, ¿debería ser diferente? Ya no amaré las cosas que solía amar. Mi consideración de Dios será cambiada. Pensaré de manera diferente a como solía pensar. Veré las cosas desde un punto de vista celestial en lugar de desde la visión del mundo que una vez tuve. Debería darme cuenta de que si no hay cambio, la regeneración no ha ocurrido.
La regeneración y santificación del alma humana es una obra del Espíritu Santo, pero nosotros, que hemos sido llamados, tenemos una parte en ambos. Trabajaremos, en y por fe, hacia una mayor madurez. En la regeneración, Dios nos llamó eficazmente a Sí mismo. En ese llamado, el Espíritu Santo nos convenció de pecado, nos hizo conscientes de nuestra necesidad de perdón, nos hizo tener un corazón arrepentido y nos dirigió hacia el único medio de ser hechos justos con Dios, la confianza en la obra terminada de Jesucristo. En la santificación, Él nos apartó del mundo. Él continúa trabajando en nosotros, dándonos la comprensión de lo que se requiere para un caminar piadoso. Él ilumina Su palabra escrita para nosotros, nos convence de pecado y nos anima hacia un camino piadoso. Sin embargo, para estar espiritualmente sanos, nosotros (los cristianos nacidos de nuevo) debemos alimentarnos de la Palabra de Dios, comunicarnos con Él “en oración”, tener comunión con hermanos y hermanas maduros (otros cristianos) y participar activamente en la construcción del Reino de Dios. Esto puede tomar diferentes formas, pero el punto es que no debemos quedarnos de brazos cruzados, sino comprometernos.
Los cristianos de la iglesia en Laodicea (Apocalipsis 3:14-19) fueron reprendidos y castigados debido a su falta de santificación (madurez), pero los cristianos de la iglesia de Filadelfia (Apocalipsis 3:7-13) fueron bendecidos y recompensados por su fidelidad. ¿Qué definición te identifica? ¿Qué definición me identifica?
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