Devocional semanal 01-02-23 Paz y Descanso
Toda persona desea tener paz y descanso, esto es natural, a nadie le gusta preocuparse o estar en un estado de inquietud, pero por desgracia, todas las personas experimentan estas emociones, especialmente si sufren de una dolencia a largo plazo, una situación financiera o dificultades familiares, etc. La pregunta es, ¿puede una persona evitar preocuparse o estar en un estado de inquietud, puede experimentar paz y descanso, al menos hasta cierto punto? Sin embargo, la respuesta es sí; “Sí” es una respuesta cualificada. Hay al menos tres factores que califican para tener paz y descanso en cualquiera que sea la circunstancia. 1) Reconocimiento de una circunstancia; 2) La capacidad de manejar la circunstancia, o la falta de ella; 3) Y la voluntad de buscar ayuda.
Muchos niegan que exista una circunstancia, o si se reconoce, creen (quizás muy sinceramente) que tienen la capacidad de superar la circunstancia, y no tienen la voluntad de buscar ayuda. Si su circunstancia es una dolencia a largo plazo, confían en que dicha dolencia eventualmente seguirá su curso o que las capacidades de recuperación de sus cuerpos superarán su circunstancia. Si su circunstancia es financiera, o si sus circunstancias pueden ser de problemas familiares, no recurrirán a otras fuentes de ayuda. Confían en su propio intelecto, experiencias pasadas o entrenamiento. Invariablemente, estas actividades terminan en fracaso, seguidas de preocupación e inquietud.
Parece que el mejor antídoto contra la preocupación y el malestar es la preparación. Todas las personas experimentarán algún tipo de enfermedad (ya sea de corta o larga duración) y deben prepararse para ello teniendo un médico o médicos que estén familiarizados con sus necesidades. La preparación es el mejor enfoque contra las dificultades financieras que surgen y la construcción de relaciones familiares sólidas es la mejor preparación contra la falta de armonía u otros problemas familiares.
Las cosas mencionadas en los párrafos anteriores incluyen a todas las personas, pero nosotros los cristianos tenemos una fuente de paz y descanso sobrenatural que los no cristianos no pueden experimentar o entender. Sin embargo, tal paz y descanso se experimentan mejor cuando se maximizan con la preparación. Debemos llenar nuestras mentes con la palabra de Dios, y debemos permanecer en comunicación con Él. El cristiano cuya Biblia se pone en el estante entre los domingos no experimentará el mismo nivel de paz y descanso que el cristiano que lee diariamente su Biblia y considera su mensaje. El cristiano que no se comunica con Dios tan a menudo como el cristiano que lo hace no experimentará el mismo nivel de paz y descanso cuando vengan las pruebas. Llenar diariamente nuestras mentes con la palabra de Dios y comunicarnos con Él por medio de la oración son formas de preparación.
La paz y el descanso son difíciles de conseguir, pero es seguro que el cristiano que ha llenado su mente (y corazón) con la palabra de Dios tendrá más de cada uno, que el que no tiene y el cristiano que se comunica en oración con Dios a menudo tendrá más paz y descanso que el que no lo hace. La vida del apóstol Pablo ejemplifica esta verdad. Si alguien debería haber estado lleno de preocupación o inquietud, debería haber sido él. Si alguien no debería haber estado en paz, debería haber sido él. Considere mucho de lo que soportó desde el momento en que fue llevado a la fe salvadora y al compromiso de servir a su (y nuestro) Redentor.
“23aYo más; en trabajos más abundante; en azotes sin número; en cárceles más; en peligros de muerte muchas veces. 24 De los judíos cinco veces he recibido cuarenta azotes menos uno. 25 Tres veces he sido azotado con varas; una vez apedreado; tres veces he padecido naufragio; una noche y un día he estado como náufrago en alta mar; 26 en caminos muchas veces; en peligros de ríos, peligros de ladrones, peligros de los de mi nación, peligros de los gentiles, peligros en la ciudad, peligros en el desierto, peligros en el mar, peligros entre falsos hermanos; 27 en trabajo y fatiga, en muchos desvelos, en hambre y sed, en muchos ayunos, en frío y en desnudez; 28 y además de otras cosas, lo que sobre mí se agolpa cada día, la preocupación por todas las iglesias” (2nd Corintios 11:23a-28).
A pesar de que Pablo sufrió estas cosas horrendas, pudo escribir en su carta a los filipenses. “12 Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad ” (Filipenses 4:12). En esta carta, Pablo estaba expresando su gratitud a la iglesia de Filipos por su apoyo a él, pero del versículo anterior aprendemos de su disposición interior, ya que anteriormente en esta misma carta escribió el siguiente aliento. “4 Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos! 5 Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca. 6 Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. 7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús”(Filipenses 4:4-7).
Pablo era humano con todas las inhibiciones de un ser humano, pero debido a que había llenado su mente y corazón con el conocimiento de Dios y las buenas nuevas encontradas en Jesucristo, su perspectiva de la vida cambió. Antes (antes de renacer espiritualmente) no era capaz de comprender de qué se trataba realmente la vida, pero después de nacer de nuevo, entendió el verdadero significado y propósito del propósito de la vida, la glorificación de Dios a través de las vidas de aquellos que son suyos. Es por eso que estaba libre de preocupaciones y pudo experimentar paz y descanso. Esta puede ser tu (y mi) experiencia también. El camino es simple. Llenemos nuestros corazones y mentes con la palabra de Dios y comuniquemos con Él diariamente.
Steve
Stevelampman.com
Poder transformador; La obra de Dios en favor del hombre