Devocional Semanal 24-10-22 La Ofrenda Inaceptable
“1 Conoció Adán a su mujer Eva, la cual concibió y dio a luz a Caín, y dijo: Por voluntad de Jehová he adquirido[a] varón. 2 Después dio a luz a su hermano Abel. Y Abel fue pastor de ovejas, y Caín fue labrador de la tierra. 3 Y aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová. 4 Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda; 5 pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya. Y se ensañó Caín en gran manera, y decayó su semblante. 6 Entonces Jehová dijo a Caín: ¿Por qué te has ensañado, y por qué ha decaído tu semblante?” (Génesis 4:1-6).
¿Por qué Dios aceptó la ofrenda de Abel pero no aceptó la ofrenda de Caín? Para comenzar una respuesta, debemos considerar los artículos utilizados para sus ofrendas. La ofrenda de Caín era del fruto de la tierra; La ofrenda de Abel era un animal muerto. Ciertamente, Caín trajo lo mejor de su reunión y Abel ofreció lo mejor de su rebaño. Por lo tanto, la aceptación de Dios de la ofrenda de Abel y el rechazo de Caín no se debió a la calidad, sino al tipo.
Al meditar en esto, debemos recordar la escena en el jardín después de que Adán y Eva tomaron del fruto prohibido. Leemos los versículos 6 y 7 de Génesis 3, “6 Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol